
Mas adelante en su comentario, Tito pregunta "¿que pasa con aquellas memorias que no han quedado grabadas como "surcos labrados en la roca", sino que son más bien como profecías autocumplidas y que de alguna u otra forma, condicionan comportamientos o haceres en esa dirección?". Pone como ejemplo, a aquellas personas que se sienten "buenos para nada" y que al indagar en sus historias se encuentra por lo general "una cantinela permanente de sus padres "tu eres un bueno para nada...". Y concluye Tito con la siguiente pregunta indagatoria "¿Se puede decir entonces que en esa situación, estos padres comienzan ya a esculpir a sus hijos?"
Desde la posición enactiva del aprendizaje, la respuestas es afirmativa, porque "la cantinela permanente de los padres" se comporta como gota que labra la roca y deja surco en la memoria de quien recibe reiteradamente la afirmación de ser un bueno para nada.
Recordemos que el contexto relacional en que el padre increpa a su hijo(a), es uno, con fuerte componente emocional y para el niño, por tener un cuerpo con habilidades sensorimotrices, siente, percibe, el "bueno para nada", como si él, realmente estuviera haciendo lo necesario para ser "un bueno para nada". Percepción es acción; cambio estructural que al ser reiterado, queda grabado como "surcos labrados en la roca". Tal como si estuviera aprendiendo a andar en bicicleta. Emocionando el bicicletear o emocionando el ser bueno para nada. Ambos, haceres concretos. Es el mecanismo cognitivo de las profecías hechas por los padres y que se cumplen en los hijos.