
Cuando una señal lumínica (fotón) proveniente del medio llega a la retina, se produce allí, una activación, un cambio notable en la actividad de receptores lumínicos,
situados a nivel de la superficie externa de la membrana de la célula nerviosa sobre la cual estos receptores se posan; como consecuencia de esta activación, se gatillan cambios en el espesor de dicha membrana y debido a la estructura interna del sistema nervioso del cual la membrana forma parte, se generan fenómenos eléctricos y químicos que dan origen a señales que después de muchas interacciones, rematan por fin en el fenómeno perceptual que llamamos, ver. Una vez que vemos una imagen
se manifiesta en su totalidad el fenómeno del emocionar, de la atribución de significado a lo percibido, y la acción correspondiente a ese emocionar, todo lo cual implica también un fenómeno de actualización de las memorias "a la mano", del ser vivo que está percibiendo.
Aclaremos. a) Se requiere de señales provenientes del medio que pueden ser de distinta naturaleza física o química, según se trate de olores, texturas, sonidos, sabores o imágenes (en rigor, fotones). b) se requiere de estructuras especializadas, receptores, que sean sensibles a las señales del medio. c) el cambio de estado de estos receptores externos, gatilla cambios a nivel de células nerviosas, cambios que dependen por entero
de la estructura interna del sistema nervioso, de acuerdo al principio de clausura operacional.(ver "Tour Teórico II) . d) estos cambios , sufren muchas transformaciones en el camino hacia niveles superiores del cerebro, de tal modo que la imagen que finalmente vemos, está formada
en un 20% por señales que vienen del exterior y en un 80% por señales que provienen del interior de nuestro sistema nervioso. Estas últimas (el 80%) dan cuenta de la
estructura total (ver entrada correspondiente) del organismo que percibe y no sólo de aspectos relacionados con fenómenos ópticos y de la física de la luz. e) mientras ocurre la percepción, el organismo que percibe emociona, atribuye un significado a lo visto y despliega la acción correspondiente; no cualquier acción, sólo la correspondiente a la historia de vida y estructura total (ontogenia) de ese particular organismo, incluida como dijimos, sus memorias.
Pongamos un ejemplo. Una persona va caminando, un león se coloca trás él y lo empieza a seguir. Súbitamente la persona advierte una "presencia" tras ella, voltea la cabeza y ve a la bestia. Aquí entra en juego la
estructura total ontogénica de esta persona
y los porcentajes a los que ya hice alusión, porque si quien voltea la cabeza es un avezado domador de leones, su estructura total le hace surgir el emocionar, que respecto de leones, encarnó en su vida; la acción que surge de ese encuentro puede ser algo así como: !Ah, es un león no más!" y tomará algunos resguardos por si el león fuera poco educado. En cambio si el que camina eres tú, cuya experiencia con leones no supera un primer plano en Animal Planet, tu estructura total gatillará un emocionar muy distinto y tu acción correspondiente ¡ni te digo!
Por tanto no existe un mirar objetivo, un emocionar standard, y una acción estereotipada. Percepción y significado son asuntos personales, ontogénicos. La realidad percibida no es independiente del que percibe. No percibimos leones como los leones son, sino que los percibimos según como somos nosotros. Y esto vale al percibir maridos, esposas, hijos, políticos, Transantiago, películas, religiones, jefes y un cuanto hay.
¿Tendrá todo esto alguna relación con las prácticas médicas? ¡ABSOLUTAMENTE!
Ya viene LOS SEIS ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS II.