miércoles, 7 de marzo de 2007
LOS SIGNIFICADOS DE LA REALIDAD.
¿Cuál fué la "realidad" para los hinchas del equipo blanco? ¿Cual la de los hinchas amarillos?
Acostumbramos a decir que el azúcar es dulce, que la película era mala, que la comida me hizo enfermar, que alguien me ofendió, que el libro era bueno, que el jefe me persigue, que fulano es un pesado, que tú tienes la culpa, que el tema es aburrido, que el trabajo estresa, que el gol fue penca; todas estas expresiones representan un modo de entender la vida -porque de ella hablamos- ya se trate de un libro, un jefe, el otro, , el azúcar, o de un gol, puesto que develan, que para quien las emite, la realidad (libro, jefe, trabajo, , azúcar, gol, etc.) es en sí misma, dulce, penca, pesada, culpable, ofensiva, buena, aburrida, estresante; para este modo de entender la vida, nosotros no tenemos parte, no contamos, en la calificación que hacemos de la "realidad"; supuestamente, la realidad y su cualidad (dulce, mala, pesada, culpable, ofensiva, buena, penca) es independiente de nosotros que somos los que la calificamos. En conclusión, para este modo de entender las cosas, el azúcar es dulce en sí misma; fulano es pesado en sí mismo; el trabajo es estresante en sí mismo, y el gol es penca en sí mismo, y todas ellas son lo que son, con independencia de nosotros, observadores de aquello que calificamos.
La recta comprensión de la Biología de la percepción nos alumbra con brillante luz, para demostrarnos, que tal modo de comprender la vida, no se ajusta a los hechos mismos. La Biología nos aclara que no vemos las cosas como las cosas son, sino que las vemos, según como somos nosotros. Y nosotros somos la estructura total con la cual "salimos a escena" en toda inmediatez. (ver, "Estructura total") Es desde esta estructura total, con la que atribuímos significado a las interacciones en las que nos involucramos en toda inmediatez, sean estas, interacciones con jefes, o temas, o libros, o comidas; nuestra biología, nuestra estructura total, no es independiente de nuestro vivir sino que surge de este vivir concreto. Los seres vivos y por ende los humanos, somos creadores de significados que acostumbramos llamar, "la realidad", pero los significados de esta realidad-y la realidad misma- no son independientes de nuestra estructura total; son producto de ella (ver "Los seis órganos de los sentidos I).
Gran parte de los conflictos entre humanos quedarían resueltos si al confrontar nuestras diferencias dijéramos: "Según mi estructura total, la realidad que yo observo es...".
Y es bueno tener presente, que los significados que atribuímos a esa "realidad", hacen surgir en nosotros el sorprendente fenómeno de nuestras emociones. Penas, alegrías, sorpresas, desagrados, dudas , miedos y tantas otras emociones, surgen de los significados que nosotros atribuímos a las cosas que percibimos y no de las cosas mismas. Ya lo hemos dicho en otras entradas pero es útil reiterarlo: nadie ni nada nos puede asustar si nosotros no nos asustamos; nada ni nadie nos puede ofender si nosotros no nos ofendemos; nada ni nadie nos puede apenar si nosotros no nos apenamos. La emoción surge del significado que damos a las cosas. Es a partir de esta relación, percepción versus significado, que muchos procesos biológicos terminan en enfermedad. Ignorar el emocionar de las personas como elemento constitutivo de la enfermedad es a mi juicio, una omisión mayor en las prácticas médicas actuales. Mi experiencia profesional, me indica que una parte sustancial del gasto en que las personas deben incurrir en pro de recuperar la salud perdida, se puede evitar si los médicos incluyéramos la variable emocionar, en nuestras consideraciones. El emocionar no es un asunto para especialistas; debiera ser parte del bagaje elemental del actuar médico.
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4 comentarios:
Debo decirle que espero con cierta ansiedad sus artículos para comentarlos porque me parecen que están haciendo un aporte significativo...desde mi paticular forma de percibir la realidad, lo cual no quiere decir que deba tener el mismo significado para todas aquellas personas que lo lean.
Pero siguiendo su lógica de considerar en nuestro hacer la "variable emocionar", debiéramos colegir lo siguiente:
Si los profesores de educación básica, media y universitaria consideraran dicha variable, entonces debiéramos tener estudiantes motivados, creativos y felices.
Si los Jefes de servicios, Gerentes de empresas y personas con responsabilidad de dirigir equipos de trabajos consideraran dicha variable, debiéramos también tener gente contenta de trabajar, con buen desempeño y desenvolviéndose en gratos ambientes de trabajo.
Pero sabemos que ni uno ni lo otro...entonces me pregunto ¿que requerimos para instalar en las conciencias de médicos, profesores, jefes, gerentes y demases "el emocionar" para que todos podamos vivir la vida más plenamente??????
Si Ud. o algún lector de este blog han reflexionado al respecto, agradeceré compartir las conclusiones a las cuales han llegado...si es que han llegado a algo.
Tito: Si todos los que visitan este blog, se hubieran liberado de aquello que les impide salir al escenario, tuvieran en alta consideración su propia opinión y se hubieran atrevido a hacer su aporte, entonces tendríamos una buena señal de que la confianza se está instalando como modo de vida entre nosotros. A la espera de los nuevos tiempos, sigamos ayudando a su construcción mostrando que nadie ha salido herido por atreverse a salir a escena con todos las luces prendidas.Como tú sí lo has hecho, celebro y agradezco tus agudos comentarios que por cierto enriquecen la conversación.
Tu comentario y las preguntas que nos haces, me han hecho ver que en futuras entradas deberé ir focalizándome en la consecuencias que tiene la "encarnación" de los conceptos desarollados en este blog, en la vida cotidiana de profesores, Jefes de Servicios Gerentes, médicos y en toda persona. Avanzo sin embargo una respuesta: Lo que requerimos hacer, es desarrollar atención a la vida que hacemos surgir en toda inmediatez del propio vivir. Mientras sigamos viviendo la vida, como si estuviéramos en otra parte, habitualmente en las preocupaciones del futuro o del pasado, poco lograremos respecto de poner atención en el emocionar; ya sea el nuestro o el de que nos rodean.
Presiento que es una línea de pensamiento muy poderosa.
Tus preguntas tienen por cierto muchas otras vertientes, pero por ahora, quedo aquí.
Interpelado por Tito, quisiera exponer un punto de vista al respecto desde una perspectiva social.
El hombre construye su realidad con los demás, esto supone que adopta los modelos mentales que provienen desde la sociedad, los que sin duda impregnan su mirada; si a eso le agregamos el tipo de formación que reciben los actores mencionados la resultante es más compleja, toda vez que los procesos y eventos serán analizados bajo estos planos; existirán verdaderamente cambios en las percepciones si cada profesional se brinda a diario la posibilidad de resignificar conceptualmente los sentidos de sus prácticas; si como profesional aprendí que la enfermedad es algo que incorpora el sujeto, mientras no resignifique el concepto, dificilmente cambiaré los métodos para sanar al paciente, de igual forma un profesor que asocia bajos rendimientos académicos con condiciones de vulnerabilidad de un niño, le será dificil lograr que éste aprenda.
Para mi renovar las concepciones y consecuentemente las prácticas no es un tema sólo de conciencia, es un tema que se relaciona con paradigmas que generan una visión restringida de los fenómenos biológicos, sociales, etc. por lo tanto desde esta perspectiva más que sensibilizar es necesario capacitar.
Un término clave que Miguel ha puesto en este diálogo, es RESIGNIFICAR. Agrega también, que es a través de la actividad de capacitar, que los viejos paradigmas que generaron una visión restringida de los fenómenos biológicos y sociales (y talvez otros agrego yo), pudieran ser cambiados,es decir, resignificados.
Intuyo que esta capacitación (cambiar viejos paradigmas,) incluirá necesariamente el sensibilizar y el hacer conciencia señalados por Tito.
A condición, digo yo, que la tal resignificación, sensibilización y hacer conciencia se "encarne en el cuerpo" a través de haceres concretos, acción efectiva, que los demás y nosotros mismos, podamos percibir como conductas reales.
En resumen, poco sermón, nucha acción.
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