martes, 30 de enero de 2007

TOUR TEÓRICO II


Una vez que las condiciones necesarias para el surgimiento de los seres vivos estuvieron dadas, estos, inevitablemente surgieron. Es interesante observar que este surgir-que es simultáneamente el surgir de su identidad- se dió al formarse un borde, un límite, que delimitó un espacio dentro del cual quedó circunscrita la maquinaria biológica necesaria para producir los elementos que constituían esa unidad; con posterioridad, mediante la incorporación y adaptación de otros elementos originalmente externos a la unidad, terminaron siendo parte integral de la referida maquinaria. De paso digamos que este proceso evolutivo continúa su curso; la historia del Universo y la dinámica de los elementos que lo constituyen continúa cambiando al propio Universo, el cual no es, sino que va siendo.
La unidad viva es tal, porque es capaz de producirse a sí misma, hecho que Maturana y Varela llamaron Autopoiesis. Esta unidad está abierta a intercambios de materia y energía con el medio en el que está inmersa, pero su dinámica interna (su operar), no está determinado por lo que pasa afuera de su borde sino que es su propia estructura la que determina lo que le pasa a ella. Las interacciones con el medio sólo gatillan cambios en la unidad viva, pero nunca los determinan (producen). Es como lo que sucede cuando pisas el pedal del freno en el auto. Es el mecanismo del sistema de frenos lo que hace frenar al auto; tu pié sólo gatilla ese mecanismo. De hecho no se te ocurriría ir a examinarte el pié, si es que los frenos fallan. Das por hecho que el sistema de freno está determinado en su estructura. También sabes que el sistema de frenos va cambiando su estructura a medida que se usa; llega un momento en que el mecánico te dice: "sus frenos ya no frenan" , aunque también podría decirte: "Señor, las relaciones entre los elementos de su sistema de frenos cambiaron, porque el estado actual de algunos de sus elementos (pastillas por ejemplo) no permiten que las relaciones originales operen y por tanto el sistema dejó de ser lo que era. Ya no es un sistema de frenos; pasó a ser un sistema de choques". El caso de los frenos opera para todo sistema (u organización), pero hay que enfatizar que en el caso de sistemas vivos estos producen por sí mismos, los elementos que necesitan para operar pues son autopoiéticos; los frenos en cambio no poseen en si mismos los mecanismos para autoproducir los elementos que los constituyen y por tanto no tienen organización de seres vivos.
Segundo principio teórico: Los sistemas vivos tienen clausura operacional. Lo que les sucede depende de la estructura que está dentro de sus límites, incluído el borde (membrana celular) que es parte integral de su identidad. Lo externo sólo puede gatillar pero no determinar, lo que les sucede
Pero los seres vivos emocionan, crean realidades en el lenguaje, tienen modos de vida pariculares, crean memoria y aprenden; factores que consideraremos en próximas paradas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hace unos pocos años atrás, un profesor de la V Región asesinó de un disparo al Director del establecimiento en el cual trabajaba después de una discusión. A continuación, procedió a dispararle también a su hija menor -quien la había acompañado en esa desgraciada oportunidad- muriendo en forma instantánea. Finalmente, se descerrajó un tiro en la cabeza quedando muy mal herido, pero gracias a los esfuerzos médicos, no alcanzó a fallecer.
Quisiera preguntarte ¿cómo se puede entender el principio de la clausura operativa en un caso tan desgraciado como el expuesto?. Debo suponer que el medio algo le tiene que haber "gatillado" en su estructura interna pero que en ningún caso determinó lo que el finalmente hizo.
Interesante principio teórico que me gustaría comprender mejor...
Saludos cordiales

jorge veas dijo...

Bueno Tito: El caso que señalas es muy pertinente para comprender la clausura operacional.
Nada ni nadie te puede provocar el enojo o la ira si TÜ no te enojas o te vuelves iracundo, o si fuera el caso, nadie te puede ofender si tú no te ofendes. La ofensa es asunto del ofendido, no del ofensor. El ofensor sólo gatilla, el ofendido se ofende.
Más adelante postearé acerca de las bases biológicoas de lo que afirmo.